La pregunta que te hace mucha gente cuando estás embarazada, ¿la vas a mamar? La leche materna es lo mejor. Y mi respuesta: «Sí, si puedo sí, pero si no, no pasa nada».
Incluso después del parto pensaba que era así si no puedo hacerlo, ¡pero no pasa nada! La cabeza me decía una cosa y el interior otra.
Noviembre de 2019. Fantasmas después de un buen parto. Tengo al pequeño encima, pero algo no va bien. La saturación es un poco justa y la llevan a neonatología. En la habitación en marcha con el sacaleches para que saliera el calostro. Dolor, miedo, estrés, desolación…
Tienen al pequeño en una incubadora. No podía mamar. Cada 2-3 horas con el sacaleches día y noche. ¡Unas gotas! ¡Ánimo!
El segundo día tuve la oportunidad de darle de mamar. Estuvo ingresado 10 días y todos los días la misma rutina. Cuando estaba en casa sacábamos leche con sacaleches y al ir al a donde el bebé le dábamos esa leche. Primero la teta, luego mi leche en biberón y si necesitaba más, detrás la leche artificial. Yo no notaba las tetas hinchadas ni sensación de calambre.
Llegó el momento de venir a casa y la recomendación de dar sólo la teta. ¡Pero el niño tiene hambre! ¡No era suficiente! ¡Bajón! Al final había que combinar la teta con el biberón. La razón, el nerviosismo por la situación que habíamos pasado. Bueno, por lo menos teta y el biberón. Aquí me di cuenta de que no me era igual.
A unos días llegaron los cólicos y nos recomendaron un osteópata para hacerlos desaparecer. Comentamos la situación al osteópata y me animó a hacer acupuntura para aumentar la producción de leche. Hice 4 sesiones. Y ahora sí que notaba que las tetas se llenaban. ¡Desde febrero sólo con la teta! ¡Satisfacción! ¡Alegría!
Noviembre de 2021. Segundo parto. Todo bien, sin ninguna complicación. El niño está perdiendo peso. Ahora tampoco sentía nada especial en las tetas. Recomendación de uso de sacaleches después de la toma por el pediatra para aumentar producción. ¡Odio este artefacto! Directamente al osteópata. ¡4 sesiones y lactancia materna exclusiva!- ¡Una vez más la alegría!
Es cierto que, por haberse decidido así o por otras mil razones, por dar leche artificial al niño no pasa nada. No eres la peor madre por eso, aunque a veces la sociedad nos hace sentir así. Pero también es verdad que este tipo de hechos muchas veces no los compartimos y muchas lactancias se quedan en el camino. ¡¡Compartamos experiencias!!
Eider